1. Un líder tiene entusiasmo
para llevar a cabo su visualización de metas. El aspecto mas importante en el
liderazgo es la visualización. Los líderes eficaces no necesariamente son
personas mas talentosas que otros, sin embargo saben lo que quieren y trabajan
con toda su energía para alcanzar sus objetivos.
Un
buen líder tiene objetivos claros y sabe cómo realizarlos, además de que se
entrega en la labor de hacer realidad su visualización. Esto significa que está
siempre presente y enfocado en sus tareas, no permite que las circunstancias
determinen los resultados y está ocupado en los resultados. También usa su
visualización para sobreponerse a las adversidades, reveses y errores.
2. Un líder construye sobre la confianza. El liderazgo tiene
mucho que ver con relaciones personales. Al hablar de confianza nos referimos a
crear un ambiente de relaciones interpersonales positivas y satisfactorias,
logrando así colaboración en lugar de un ambiente de malsana rivalidad.
Un buen
líder está al tanto del impacto que tiene en otros, y busca comportarse y
relacionarse de manera que construya confianza y autoestima en su organización.
3. Un líder es humilde. La mayoría de los líderes eficaces
han sido y son humildes. Aunque tienen una férrea voluntad para alcanzar sus
objetivos, no están interesados en aparecer como el centro de atención.
4. Un líder inspira el compromiso y la motivación en sus
seguidores. Esto se logra a través de liberar el potencial creativo de las
personas por medio de crear condiciones en las que ellas puedan contribuir en
algo significativo en sus funciones.
Una
manera de lograrlo es el modelo por el cual el líder establece límites en lugar
de marcar directrices a sus empleados.
Esto se
refleja en el hecho de que un líder eficaz entiende que lo mas importante no es
su propio legado, sino agregar valor a una organización para que perdure a
través del tiempo.
6. Un líder promueve
el cambio enfatizando los aspectos positivos de las personas y las situaciones.
Esta idea está basada en la verdad de que lo determinante no son los hechos en
sí mismos sino la forma en la que los vemos; si pensamos que vamos a fracasar
sin duda fracasaremos, y si pensamos que vamos a tener éxito tendremos la actitud
para realmente alcanzarlo y vencer los obstáculos que enfrentemos. Hay que
aceptar que tenemos mayor tendencia a lo negativo, por lo que el esfuerzo para
ver las cosas positivamente es mayor.
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