En ésta época en la que las
empresas están inmersas en un ambiente altamente competitivo y en la que muchos
mercados presentan competidores y productos con características similares, es
de vital importancia encontrar algún diferenciador que pueda darnos alguna
ventaja competitiva entre los demás.
Comúnmente se piensa en cuidar
la calidad en el servicio, en servicios
asociados a los productos que vendemos, en el servicio postventa, o en algún
sello distintivo que queramos poner en nuestras actividades; pero también
podríamos fortalecer nuestra presencia en el mercado desde adentro de la
empresa a través de elevar la productividad, es decir, hacer más con los mismos
recursos.
Aunque existen varias formas
de lograrlo, una buena propuesta es por medio de mejorar la productividad de
los empleados. ¿No le gustaría ver en su empresa un incremento en productividad
y eficiencia, vendedores mas eficaces, grupos de trabajo más productivos o una
administración más ágil?
Muchos
de los factores que son importantes en personas exitosas en los negocios y en
la vida son definidos en términos de competencia emocional o inteligencia
emocional, la cual sostiene que mientras más concientes seamos de nuestras
emociones tendremos mejor control sobre ellas, y mientras más empatía tengamos
con las emociones de otros que nos rodean mayor inteligencia emocional
tendremos.
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